HinovelDownload the book in the application

Capítulo 8

Cuando soltó eso me hubiese gustado reaccionar de una forma madura y calmada posible, pero aquella noche no fue la excepción. Entré dando pasos agigantados a su maldito lujoso apartamento, con los brazos en jarra y lanzarle lo primero que tenía sobre su cabeza.

No, eso sería violencia y yo no era alguien violen…retiré la idea al recordar la bofetada merecida que le di a Merry aquella tarde cuando la muy descarada se presentó en la puerta de mi casa. Intenté pensar en otra cosa, como la decoración del apartamento.

Demonios, que bonito era el apartamento de James: ventanales con una vista fascinante de la noche que prometía lluvia, piso de madera con barniz, sillones oscuros alrededor de una mesa de living pequeña, el último televisor colgado. Una isla de fondo que dividía la cocina lujosa y música tranquila sonando de fondo.

—Es la primera y última vez que te preguntaré esto ¿te la follaste? —le pregunté, de hito en hito.

James cerró la puerta y me miró con una ceja arqueada.

—Una chica de compañía no tiene el derecho de saber con que otras está su cliente. Digo, por si eso exactamente no lo encontraste en Google.

Sus palabras fueron como una bofetada, paso al lado mío y fue directo a la barra a servir dos copas de vino. Parecía de mal humor, tajante.

—Sientate, Grey—me dijo, autoritario y dándole un gesto al sofá con la cabeza.

Solté el aliento e hice lo que me pidió. Llegó con una copa para mí y con otra en mano. La tomé con delicadeza entre mis manos y la observé un instante.

—Si te propuse que seas mi chica de compañía fue porque te vi demasiado madura para tu edad. Estar con una joven de diecinueve años quizás no sea lo más fácil del mundo, pero no me hagas perder los estribos con tus actitudes baratas.

Perfecto, su carácter ahora me demostraba que podía ser un hombre serio cuando él lo desee, así que yo podía tomar ese carácter también.

—Me pondré a la altura que desees cuando me respondas si te has follado a Merry y si contestas de dónde la conoces—contrataqué, mojando mis labios con el vino y mirándolo con mala cara.

—¿Cambiara algo si decido no responder a eso?

Su rodilla rosaba con la mía, ya que él había subido su pierna que estaba por encima de la otra. Tenía su brazo en el respaldo y su mano estaba a la altura de mi hombro. Tenía una camisa blanca desabrochada a la altura del cuello y el cabello algo revuelto.

No se tomaba la molestia siquiera de arreglarse y aún así se veía guapísimo. Y yo toda maquillada, con tacones y con horas perdidas en arreglarme. Me pregunté a mi misma si valía la pena.

—Dime aunque sea de dónde la conoces, James

Me miró y al ver qué no me daría por vencida, resopló, bajando la guardia.

—La conocí hoy en un café, tenía mí receso laboral cuando la vi llorando desconsoladamente mientras comía algo. Me acerqué a ella para ver si estaba todo bien y nos quedamos platicando. Me dijo que necesitaba trabajo, que eso la tenía mal, así que como yo necesito una secretaria, la contraté. Le di un adelanto de sueldo, hice varias llamadas y ahora sé qué no dormirá en la calle. Lo que no entiendo es por qué le diste una bofetada y la sacaste a patadas de tu apartamento. Ahora se que tú y ella no se llevan bien.

Hija de …

—Típico de Merry; manipular a las personas hasta conseguir lo que ella quiere—pensé en voz alta—. Le di una bofetada porque se lo merecía luego de insultar a mi madre. El término zorra no está mal visto actualmente, pero por cómo ella lo dijo fue un insulto que me sacó de casillas. Le ofrecí un techo, pero lo único que hizo apenas pasó un minuto en mi apartamento, fue un bicho desagradecido.

Me miró, sorprendido por haber conocer el otro lado de la historia. Bebió su sorbo de vino, pensativo.

—¿Crees que hice bien en contratarla? ¿Es una persona de fiar?

Su pregunta me resultó atractiva, porque sentía que estaba poniendo sobre la palma de mi mano el futuro de Merry. En aquel sentí a un diablo y a un ángel posarse sobre cada hombro.

—No soy quién para juzgar —sentencié, agotada sobre el tema —. Pero lo único que tengo para decirte es que le tengas los ojos en encima. Puede tener unos veinticinco años, pero tiene la mentalidad de una niña de catorce.

—Anotado, y tú ¿qué mentalidad crees que tienes, Grey? No quiero hondar sobre tus asuntos, tu pasado. Ahora sé que estuviste en un orfanato. Después de todo, no es el tipo de relación afectiva que quiero tener contigo. Pero, me sorprende tu realidad.

Supe que ahora la atención estaba puesta sobre mí, y eso me trajo cierta tranquilidad. Tenía miedo de que, Merry ocupara mi lugar y que yo me quedara sin el cupo en la universidad.

Apreciaba a James y no estaba dispuesta a perderlo por la imbécil de Merry.

—No sé, eso no se supone que debe averiguarlo la otra persona ¿no crees?

Me sonrió, divertido y negando con la cabeza. Que sonrisa bonita tenía, me gustaría besarla nuevamente.

—¿Es mucho pedir si te pido que me muestres la lencería que llevas puesta esta noche? —su pregunta me tomó por sorpresa.

Mientras el costearía mi futuro, me daba igual si debía mostrarle incluso un pecho. No tenía vergüenza o pavor alguna con hacerlo. Él me atraía y mucho.

—Lo que usted me pida, señor Voelk.

Dejé la copa de vino sobre la mesa ratona de vidrio y me puse de pie. Me resultaba algo loco, gracioso, y un poco turbio que nuestra relación se desviara por completo para que sea sólo suya por un año.

Me gustaba su compañía, me sentía segura, era todo un caballero y me sentía bajo su protección. Nada mejor que estar con alguien que podría brindarte confianza.

¿Ya había dicho que aquello me estaba pagando la universidad?

Me saqué mi campera de jeans y se la lancé, él se puso más cómodo sin dejar de mirar con una sonrisa en sus preciosos labios, expectante a lo que estuviera a punto de hacer.

—Espera —me interrumpió cuando estuve a punto de sacarme la blusa por la cabeza —, ve al baño, desvístete y sólo déjate la lencería con las botas largas que llevas puestas. Quiero verte venir hacía mí así. Y antes de que preguntes, es al fondo a la izquierda, en la puerta corrediza blanca.

Asentí, le di un guiño de ojo y me marché para cumplir su capricho.

En cuanto llegué al baño que parecía inmaculado, por las paredes blancas, un espejo grandísimo y un tocador de muerte, me desvestí. Me revolví un poco mi cabello rubio y me miré al espejo, pero en cuanto estuve lista, vi una pequeña adhesiva rosa pegada en él con algo escrito.

“Ojalá follemos más seguido, futuro jefe. Con cariño, Merry, su hermosa pelirroja”

Retiré el adhesivo de un tirón. Tragué con fuerza. Cálmate Alma, cálmate. James no es tu novio, ni tu marido ni nada cómo para reclamarle. Tú no eres su dueña de nadie y tampoco él es tu dueño. Cálmate, cálmate por favor, no hagas un escándalo al estilo Alma.

Me llevó los dedos al entrecejo y cerré los ojos. No, no llores, no seas así, seguro sólo fue un rollo, Merry no arruinará tu oportunidad de salir a flote. Dios te dio una maldita oportunidad, no lo arruines como sueles hacerlo.

Siempre arruinas todo Alma, sal allí afuera y complácelo, lo que él haga con otras mujeres no es asunto tuyo, pero… ¡¿Por qué con ella maldita sea?!¡¿Por qué demonios con ella?! Múltiples escenas en donde ellos estaban juntos en distintas posiciones pasaron por mi mente. No, no llores maldita sea. Sal de aquel maldito baño con la frente en alto y follalo para que no tenga ganas de salir tras ella.

Demuéstrale que tú eres más que cualquiera y si no lo satisfaces, mándalo a la mierda y búscarme otro cliente.

Con la lencería puesta, observando mis pechos, levantándolos con mi mano y acomodandomé las ligas de las bragas, me dije a mi misma que Merry podía irse a la mierda, porque James sería mío costara lo que costara, no iba a perderlo.

Deslicé la puerta y salí al pasillo, en donde comencé a caminar hacia él, quien se encontraba en el sillón, con la copa de vino en su mano y esperandomé, insaciable.

Su rostro se desfiguró, sus pupilas se delataron y su boca se volvió una O. De fondo sonaba mi canción favorita titulada Ex’s y Oh’s de Elle King, sabía que no era una simple casualidad y que todo el cielo me estaba haciendo ese favor.

—Por todos los cielos—lo escuché decir en un susurro, con los brazos apoyados en el sofá y pestañando más de una vez, sin sacarme los ojos de encima.

Sonreí con malicia y me quedé parada frente a él, con las manos en mi cintura y dando una vuelta para que pudiera apreciar todo lo que era necesario ver.

Por algo me llamaban la hija de la mismísima Afrodita, detalle importantísimo. Muchas mujeres solían odiar a mi madre por meterse con hombres casados, pero no quería entrar en aquel detalle aquel momento.

Lo único que me importaba era seducir a James.

Se puso de pie, en silencio, mientras la música nos envolvía. Todo era perfecto.

Sentí como un enorme escalofrió recorrió mi cuerpo en cuanto sus manos sujetaron cada lado de mis caderas. Posó sus labios contra mi frente y sentí como su respiración agitada golpeaba contra mi piel, haciendomé entender que ya lo había puesto más caliente de lo que pretendía. Vi cómo su erección aumentaba por debajo de su pantalón y eso me prendió aún más.

—Con el tremendo desfile privado que acabas de hacer, dudo que no pueda follarte de la manera más lenta posible —susurró, con la voz entrecortada y como si tratara de controlarse.

—No sabía que una chica de diecinueve años podía calentarlo de esta forma, señor Voelk —le dije, con aire elegante.

—Eres más que una chica, eres una jodida diosa.

Lo sé.

—Aceptaré ese cumplido por esta noche.

Levantó mi barbilla, obligándome a que lo mirara.

—No fue un cumplido, fue un hecho y no quiero que tomes cada cosa que suelto de mi boca como un cumplido. Tú eres más que eso, Alma.

Sí claro, y la idiota de Merry también lo era. Seguro. Me quedé callada, sin decirle nada. Mientras yo hervía por dentro, por no poder evitar sacar de mi mente aquellos dos follando, James estaba en la mismísima nube de excitación por mi presencia.

—¿Te encuentras bien o.…?

Acallé su pregunta con un brusco beso. Entonces, conocí ese lado oscuro de James, un oscuro que sonaba malditamente bien.

Download stories to your phone and read it anytime.
Download Free