-No puedo creer que te hayas besado con Grayson O'Donell- me dice Killian como por quinta vez desde que llegué a su auto.
Todos nos miran mientras pasamos. El maldito de John le dio a Killian un auto Audi del año. Es lindo, tiene un gran motor que mi buen hermano no aprovecha porque es ilegal ir tan rápido en la calle.
Ruedo los ojos y miro por la ventana. Creo que no puedo decirle nada porque yo tampoco puedo creer que yo me haya besado con Grayson. ¿Qué puedo decir? La carne fue débil.
-Era obvio que te iban a gustar los chicos malos- continua Killian- Solo espero que no esperes mucho de él.
-No soy tonta, Killian- le digo- No soy una santa tampoco. No soy la chica buena que tratará de cambiar al chico malo y guiarlo por el lado del bien para después vivir felices para siempre en nuestro cuento de hadas.
-No, tú solo quieres sentir la emoción de estar con un chico malo.
-Créeme, Killian. He estado con muchos chicos malos antes- le digo y él me mira con extrañeza, menos mal que estamos en un semáforo en rojo- No soy una chica buena.
-Sé que no lo eres- dice y me sonríe.
No soy la chica buena. No quiero enamorarme de Grayson, cambiarlo para que sea un chico bueno y después vivir un cuento de hadas. Así no es la vida real. A las chicas buenas si les atraen los chicos malos, pero éstos terminan rompiendo su corazón tarde o temprano y se buscan un chico que no les hará eso. Puede que uno o dos casos de esas historias clichés se convirtiera en realidad, pero no pasa normalmente.
¿Qué quiero de Grayson? No lo sé. Solo sé que no quiero enamorarme de él. Ni de nadie. El amor... es difícil creer en él. Nunca lo he sentido por alguien que no sea de mi familia. Nunca he querido sentirlo por alguien. Yo simplemente quiero vivir mi vida tranquila, sin ataduras ni nada por el estilo.
Llegamos a casa y noto que el auto de John ya está aquí. Dudo mucho que me regañe o algo por el estilo. Así no es él.
- ¿Qué te dijo John cuando te dejó en detención? - me pregunta Killian antes de que bajemos de su auto que ya tiene el motor detenido.
-Creo que me felicitó- le respondo haciendo reír a Killian mientras niega con la cabeza- No estoy segura, pero estaba emocionado y feliz.
Con Killian nos bajamos del auto y caminamos hacia la gran mansión embrujada. Creo que jamás me cansaré de llamarla de esa forma. Da miedo, en serio. Al menos Halloween ya está cerca y estoy muy segura de que esta casa va a ser el centro de atención del vecindario.
Justo cuando estamos cruzando el umbral de la puerta, siento mi celular vibrar en el bolsillo. Lo saco y miro en el identificador de llamadas el número de mamá con el código de Colorado.
-Genial, lo que me faltaba- mascullo, manteniendo mi celular en mis manos.
- ¿Tu mamá? - pregunta Killian.
-Si.
-Buena suerte, hermana- me dice y guiña un ojo.
Rodando mis ojos, contesto el celular. Esperando que John se haya quedado callado y no le haya contado a mamá que estuve castigada.
- ¡Carly! - escucho la aniñada voz de Roggie por el teléfono.
-Hey, Roggie- saludo y una sonrisa se forma inmediatamente en mis labios- ¿Cómo estás, hermano pequeño?
-Te extraño, Carly- me dice y siento que un nudo se forma en mi garganta- Desde que te fuiste mamá y papá pelean más.
- ¿A qué te refieres, Roggie?
-Gritan en la noche, pero no sé porque- dice y me dan unas ganas enormes de tomar un avión y volar a casa para estar junto a él- Sé que no puedes volver, pero ¿qué hago cuando pelean?
-Tú solo no los escuches, ¿sí? - le digo intentando mantenerme calmada- ¿Tienes los audífonos que te regalé hace unos meses?
-Si...
-Póntelos y escucha música o ve videos en la computadora que dejé en mi habitación- le respondo recordando mi portátil antiguo que dejé en casa- ¿De verdad que no sabes nada de qué podría pasar con ellos?
-No. Mamá está molesta y papá llega cada día más tarde.
Veo que Liz y Colin bajan las escaleras riendo y mi hermano cuando me ve me saluda con mucha emoción, como es Colin siempre, pero cuando ve la expresión de mi cara su sonrisa desaparece y se acerca a mí.
- ¿Estás bien? - me pregunta Colin en un susurro.
Yo asiento con la cabeza y pienso que Colin con eso se mantendrá más tranquilo, pero se queda a mi lado y pone una mano en mi hombro.
Siento un extraño sentimiento en mi estómago. Creo que nadie se había preocupado tanto por mí como Colin lo está ahora. Con Roggie siempre soy yo la que se preocupa de él.
- ¿Desde hace cuánto que están las cosas así en casa? - le pregunto a Roggie poniendo dos de mis dedos en el puente de mi nariz.
-Creo que dos semanas- me responde mi hermano- Mamá ya terminó de bañarse y me dijo que no te contara nada.
-Tranquilo, Roggie. Tu secreto está a salvo conmigo.
Hablo unos segundos más con mi hermano y me despido. Tomo mucho aire y lo expulso de a poco.
Pocas veces soy una persona preocupada, pero cuando mi hermano pequeño está pasando un mal rato definitivamente es una de esas veces.
- ¿Qué pasó, Carly? - me pregunta Colin mientras John llega a nuestro lado.
Debo tener muy mala cara si John también está preocupado.
-Las cosas no están muy bien en casa con mi padrastro- le digo haciendo una mueca de desagrado con mi cara- Y mi hermanito está algo asustado.
-Lo siento, Carly- me dice Colin, abrazándome.
Una de las cosas que nunca he aprendido a hacer bien es recibir el cariño o compasión de otras personas. Cuando me abrazan, como que me paralizo. No sé dónde poner mis manos, no se me da bien abrazar de vuelta y me siento incómoda. Es como que me pongo nerviosa y ansiosa.
-No soy buena dando abrazos- le digo a Colin quien solo ríe.
-Tranquila, hermanita. Yo puedo abrazar por los dos.
-A veces pareces un niño.
-Igual me quieres, Carly alias chica con tatuaje ilegal- me dice haciéndome reír.
Miro a mi lado y ya todos se van a la mesa donde solemos comer. Supongo que ya es hora de que alimenten a la chica ilegal con tatuaje porque estoy hambrienta y una Carly hambrienta no es una Carly feliz, lo que significa que intentaré hacerle la vida imposible a todos hasta que me alimenten.
Nos sentamos todos en la mesa, menos Colin quien se queda de pie mirándonos con una sonrisa coqueta. Bueno, técnicamente solo está mirando a Liz así. Los demás solo intentamos ignorar el hecho de que Colin sigue intentando meterse en las bragas de mi amiga y que ella es tan tímida que con solo una mirada de mi hermano se sonroja como si fuera un tomate.
- ¿Y a ti qué te pasa? - pregunta John viendo con el ceño fruncido a Colin- ¿No quieres comer? Y no me digas que no tienes hambre porque pareciera que siempre tienes hambre.
-A quién habrá salido...- dice Tammy sirviéndole un plato de sopa a John.
Todos reímos mientras que John solo se lleva una cucharada de su sopa a la boca y nos mira de reojo, como si estuviera planeando matarnos mientras dormimos.
El papá del año- nótese la ironía.
- ¿Me vas a decir que te pasa, risitas? - le dice John a Colin.
Nadie puede decirme que ese apodo no le queda bien a Colin. Él anda sonriendo por la vida, como si todo lo malo y lo bueno le alegrarán. Puede muchas veces ser estresante, pero la mayoría del tiempo solo es divertido.
-Iré a casa de Grayson- dice apoyándose en la pared haciéndolo ver más sexy de lo que ya es y parece que Liz lo nota porque la escucho suspirar- Tiene como mil videojuegos y yo quiero jugarlos.
-No sabía que te gustaran los videojuegos- comenta Addy antes de llevarse su vaso con jugo a la boca.
-Si, no va con tu imagen de chico mujeriego- dice Killian mirándolo con extrañeza.
-Puedo ser un chico guapo, que le gusta demasiado las chicas, con un ego enorme y un humor que muchos envidian- dice Colin y esa última parte me mira a mí-pero, aun así, puedo ser un friki de los videojuegos y pasarme toda la tarde jugando.
-Un chico con muchas características- dice Killian.
-Tiene trastorno de la personalidad, eso es todo- le digo yo, ganándome risas de Addy y Killian, pero una mala mirada de Colin- ¿Qué?
-Hermana, esa eres tú- me dice Colin- Tú, la chica ruda que nada le importa se besó con mi mejor amigo.
- ¡¿Le dijiste a Colin?!- le grito a Killian apenas Colin termina de hablar.
- ¿En qué momento? Acabamos de llegar- me responde Killian entre divertido y confundido.
- ¿Te besaste con Grayson? - pregunta Liz a mi lado.
- ¡Carly tiene novio! - canturrea Addy.
- ¡Cállense todos! - exclama John, haciendo que todos nos callemos en un segundo- ¿Que te besaste con quién, Caroline Bennett?
Todos me quedan mirando y yo solo trato de no bajar la mirada. Bien, puede que tenga mucha confianza en mí misma y que no me importe lo que piensen los demás de lo que hago, pienso o digo, pero sigue siendo incómoda la situación.
Trato de mirar a otro lado, pero la mirada de John sigue en mí, al igual que todos los pares de ojos que viven en esta mansión embrujada.
- ¿Cómo supiste que me besé con Grayson? - le pregunto a Colin con el ceño fruncido.
-Él me contó- me contesta encogiéndose de hombros.
-Voy a matarlo- mascullo y escuchamos la bocina de un auto.
Colin parece reconocer la bocina porque de inmediato se da vuelta y sonríe de una manera maliciosa.
- ¿Quieres saludar a tu novio, Carly? - me pregunta.
-Besarte con alguien no hace que seas su novio o novia- le respondo- Eso deberías saberlo muy bien porque si fuera así, tendrías más novias que John en sus años de juventud.
- ¡Hey! No me metan en su pelea- masculla John- Aun estoy asimilando que te besaste con el idiota de Grayson.
-No significó nada- le respondo rodando los ojos.
Si, solo que fue demasiado caliente, encendió todo mi cuerpo y me dejó deseando más, pero aparte de eso no significó nada.
Obviamente jamás diría esto en voz alta.
-Bien, yo me voy- dice Colin- Me quedo en casa de Grayson.
-Si mañana llegas antes de las nueve de la mañana te compro un auto- le dice John haciendo que todos lo miremos sorprendidos, menos Killian que solo se ríe de los demás.
Él suele hacer mucho eso. Mirar todo desde afuera y ser espectador, como en una película mirada desde el cine. Solo le faltan las palomitas de maíz y uno de esos asientos cómodos de los cines.
- ¿Hablas en serio? - le pregunta Colin, claramente emocionado.
-Solo si llegas a la hora que te dije- le dice John hablando con cansancio.
- ¡Si, lo prometo! - exclama antes de salir- ¡Voy a tener un auto! - grita cuando ya está afuera, supongo que se lo dice a Grayson.
- ¿Por qué él puede tener un auto y yo no? - le pregunto a John, fingiendo parecer una chica caprichosa.
-Por qué él tiene licencia y tú no- me responde John.
-Eso es injusto- reclamo, pero todo en broma y creo que los demás lo notan porque ríen- Yo también quiero un regalo.
- ¿Un regalo? - pregunta John- Después de lo que supe de ti y Grayson, el único regalo que vas a recibir es una cita al ginecólogo para que te recete anticonceptivos.
Frunzo el ceño, molesta mientras veo como John y Killian se matan de la risa. Agradezco interiormente que Colin no esté aquí porque creo que estaría burlándose de mí peor que los demás.
Veo como John ríe y nunca lo había visto reír de esa manera. Me doy cuenta de que Killian y John se ríen un poco parecido y tienes hasta las mismas expresiones mientras lo hacen. No había visto a John reír de esa manera... al menos parece más feliz que cuando lo conocí.
Miro fijamente a John quien ya está parando de reír. Le doy una sonrisa osada, haciendo que él me preste atención.
-Al menos así podré tener un poco de diversión- digo, guiñando un ojo.
La risa de John desaparece, pero la de Killian solo aumenta. Río junto con él mirando la expresión de molestia y enojo en la cara de John.
Bueno, admito que vivir aquí está siendo más divertido de lo que pensé.