Creo que no mucha gente va a detención en esta escuela porque en este salón, que es especial para detención, solo estamos Grayson y yo. No hay nadie con nosotros lo que hace que me sienta un poco estúpida el que siga aquí, pero Grayson me dice que en cualquier momento aparece alguien y que si no estoy me meteré en más problemas.
Y aunque no lo crean, no ando en busca de problemas.
- ¿Por qué no hay nadie más aquí? - pregunto a Grayson que está sentado delante de mí
-Es viernes- dice encogiéndose de hombros- Todos tienen un panorama mejor para hoy que estar castigados, así que se controlan.
- ¿Por qué no está Heather aquí?
-Porque tú le escupiste, no ella a ti.
-Pero ella me dijo zorra.
-Y estoy bastante seguro de que tú a ella también.
Río porque es verdad. Sigo recordando ese momento hermoso en que pelee con Heather y me siento cada vez más orgullosa de lo que hice. Puede que mamá en cosas así me diera un discurso enorme sobre cómo no me tengo que rebajar al nivel de la gente y que yo soy mejor que ellas, pero ella no sabe lo jodidamente hermoso que se siente vengarse de una princesita como Heather.
Ya van diez minutos que Grayson y yo estamos aquí metidos. Resoplo, estoy cansada. Quiero que nuestra tortura acabe de una vez por todas. Quiero llegar a casa y tratar de dibujar esa puesta de sol otra vez. Creo que ya encontré los colores perfectos.
- ¿Quién se supone que debería venir a cuidarnos? - pregunto, estoy algo cabreada.
- ¿Cuidarnos? - pregunta entre risas- Los castigos aquí no es solo estar sentado aquí, aburridos y sin hacer nada. Tenemos que limpiar, ordenar o lo que ellos quieran que hagamos.
- ¿Y quién se encarga de esa mierda? - pregunto ahora completamente cabreada.
-Depende de que tengamos que hacer hoy.
Masajeo mis sienes porque estoy a punto de golpear a alguien, pero como Grayson es el único aquí y no quiero golpearlo a él, tendré que reprimir mis instintos asesinos.
La puerta se abre un poco y estoy a punto de decir un gran "¡por fin!", cuando me doy cuenta de quien es la persona que atravesó esa maldita puerta.
- ¿Qué haces tú aquí? - le pregunto a Killian, quien me mira entre sorprendido y divertido.
-Creo que yo debería estar preguntando eso, Carly- me dice él y sé que cuando pueda va a regañarme.
Tener un hermano mayor es como tener un amigo en los momentos buenos y otro padre en los momentos malos.
- ¿Lo conoces? - me susurra Grayson.
-Es mi hermano- le digo y él abre los ojos con sorpresa.
-Pensé que solo era el ayudante del enfermero- me dice- Hola, nos conocimos el semestre pasado- le dice Grayson.
-Lo recuerdo, ¿cómo va esa nariz? - pregunta mi hermano sonriéndole a Grayson.
-Todo bien.
-Olvide algo- dice Killian- vuelvo en un segundo. No escapes, Carly.
-Ya lo hubiera hecho si quisiera- es lo que respondo, haciendo reír a mi hermano.
Veo como Killian, con su paso algo lento, camina hacia la puerta y sale. Me quedo mirando a Grayson que a su vez me mira con diversión.
- ¿Te rompieron la nariz? - pregunto, algo curiosa.
-Casi. Me pelee con un chico que se graduó el año pasado- me dice encogiéndose de hombros.
-Así que el gran Grayson O'Donell perdió una pelea, ¿eh? - me burlo de él, pero no parece afectarle mucho porque sigue sonriendo.
-Caro, si yo terminé en la enfermería con una nariz herida, el tipo terminó en el hospital con un brazo quebrado- me dice y yo borro mi sonrisa porque jamás puedo encontrar algo con lo que burlarme de él.
- ¿Y por qué fue la pelea?
-Me acosté con su chica- dice y yo ruedo los ojos.
Típico de mujeriegos sin remedio.
Mi hermano no se demora nada en llegar y nos dice que tomemos nuestras cosas y lo acompañemos a la enfermería, aunque debería decir hospital porque esta cosa es enorme. La enfermería que tenía en mi antigua escuela con suerte tenía una camilla y un par de compresas de hielo, ésta tiene todo un almacén de remedios.
Se nota que esta es una escuela privada.
Parece que Grayson está acostumbrado a esta enfermería porque apenas entra deja su mochila encima de una de las camillas. Me encojo de hombros y dejo mi mochila en el mismo lugar que él.
-Nos llegaron nuevos medicamentos- dice Killian mostrándonos tres cajas algo grandes- Su trabajo es ordenarlos. Lo hacen y se pueden ir.
- ¿Tú nos vigilarás? - pregunta Grayson.
-En teoría, si- dice y nos da una sonrisa de complicidad- pero estaré sentado en la camilla estudiando, así que mientras ordenen todo, confiaré en que lo hacen bien. No me fallen.
Con Grayson asentimos y él toma la primera caja y se la lleva. Yo intento llevar la segunda, pero él me detiene antes que lo haga y la lleva también.
Si, lleva ambas cajas que son grandes y se ven algo pesadas. Una en cada brazo. Cuando hace fuerza puedo ver claramente los músculos entrenados en sus brazos. ¿Pesas? Probablemente si, aunque puede que las peleas en las que se ha metido también ayuden.
Él abre la primera caja y yo la segunda. Ni siquiera sé qué tipos de medicamentos son estos, pero no me importa. Solo comienzo a ordenarlos porque para eso estoy aquí.
Insisto en que Heather debería estar ordenando estas mierdas con nosotros.
- ¿Qué hiciste? - le pregunto a Grayson, porque francamente llevo solo quince minutos haciendo esto y ya estoy que muero de aburrimiento.
- ¿Para estar castigado? - pregunta y yo asiento- Me encontraron fumando en el baño.
-Creo que todo el mundo sabe que fumas en los baños y sigues haciéndolo.
-No me importa estar en detención- dice encogiéndose de hombros- Lo que si me importa es quedarme sin mi cigarrillo.
-Eres un adicto.
-Todos somos adictos a algo- me responde- Solo que algunas adicciones son más dañinas que otras.
-Y tú elegiste una de las peores.
-Puede decirse que sí.
Nos quedamos nuevamente en silencio. Hay muchos estantes con medicinas y llega un momento en que ni siquiera veo donde está Grayson. Creo que estamos ordenando en estantes algo alejados.
- ¿De qué trata tu tatuaje? - escucho que pregunta a lo lejos.
- ¿Por qué no te acuestas con una de las chicas que vieron mi tatuaje para que te digan? - pregunto yo a mi vez haciéndolo reír.
- ¿Esos son celos lo que escucho? - sigue riendo.
-Ja, muy gracioso- le digo y creo que me cabrea más que no pare de reír- No siento celos por nadie ni por nada. En especial por nadie. No me conoces.
-Pero me gustaría hacerlo.
Ordenar es aburrido, incluso aunque converse con Grayson, pero prefiero estar haciendo esto que estar sentada en un salón de clases haciendo absolutamente nada.
Escucho como Grayson pone un par de frascos, al parecer, con pastillas dentro en los estantes. Nunca hablamos mucho. Incluso, en clase todo lo que hacemos en mirarnos. Él me mira como el chico mujeriego que es y yo lo miro como si quisiera matarlo.
Pero me cae bien y me agrada, por muy raro que eso suene.
- ¿No me dirás de qué trata tu tatuaje? - dice mientras se asoma por detrás del estante en donde estoy poniendo medicamentos ahora.
-No.
- ¿Ni siquiera me dejarás verlo?
- ¿Acaso quieres que me quite la playera aquí mismo para que veas mi tatuaje? -pregunto, cabreada.
Grayson me queda mirando y me desnuda con la mirada de una manera tan descarada que simplemente me dan unas ganas enormes de matarlo. Lo mujeriego le sale por los puros, incluso cuando no creo que quiera comportarse así conmigo porque dudo mucho que le interese. Lo de él son las chicas rosas de la escuela. Yo definitivamente no entro en esa categoría.
-Deja de mirarme, pervertido- le digo, pero él solo pasa su lengua por sus labios y se acerca unos pocos pasos a mí- Estoy hablando en serio, Grayson.
-Acabas de poner tu imagen sin playera en mi cabeza- dice Grayson acercándose más y más a mí- No me puedes culpar por tener pensamientos no tan inocentes ahora en mi cabeza.
-No jodas.
-No te estoy jodiendo, Caro- me dice Grayson justo en el momento en que me ha atrapado entre un estante y él, mirándolo a la cara. Me mira nuevamente como si quisiera desnudarme con la mirada y yo agradezco no sonrojarme fácilmente- Todavía.
-Ni en tus jodidos sueños.
-Entonces mis sueños estarán muy jodidos hoy.
-Es la segunda vez en el día que dices eso.
-Es que soy muy romántico.
-Eres muy idiota, eso es lo que eres- le digo.
Intento mantener mi mirada en los ojos de Grayson. Sé que, si bajo mis ojos y los ubico en los labios de Grayson, le voy a dar un mal mensaje, pero ¡mierda! quiero mucho ver esos labios y no entiendo por qué.
Estoy atrapada entre un estante llenos de medicamentos y un Grayson muy caliente delante de mí. Estoy pensando seriamente en botar el estante y correr.
-Eres de las primeras chicas que no me coquetean o se sienten intimidadas por mí. - me dice Grayson acortando los pocos centímetros que nos separan.
-Jamás me sentiría intimidada por ti- le digo, conteniendo la respiración- Yo no me intimido por nadie.
- ¿Pero si coqueteases?
Me quedo en silencio, pensando que responder. Debería ser un no enorme, pero por alguna razón, me quedo en silencio. No digo palabra alguna y mis ojos se mantienen firmes en los de Grayson quien ya ha bajado muchas veces la mirada hacia mis labios.
Mierda, ¿por qué es tan sexy? Digo, tiene una mirada que hace que se te erice todo lo posible, un cuerpo que no es tan trabajado, pero si llama la atención y una personalidad que simplemente te atrae, lo quieras o no.
¿Soy la única que se siente así al estar frente de Grayson?
Mi cuerpo reacciona de una buena manera cuando las manos de Grayson pasan de estar atrapándome a estar alrededor de mi cintura. Respiro profundo mientras lucho para no bajar la mirada y seguir fuerte. No caer ante la tentación.
-Dime algo, Caro- susurra Grayson, pero estamos tan cerca que lo escucho perfectamente- ¿Cuándo fue la última vez que te besaron?
- ¿Para qué quieres saber eso?
-Tú solo nunca respondes algunas de mis preguntas-dice riendo, haciendo que me dé cuenta de que su cuerpo está muy junto al mío porque siento como vibra.
-Soy una jodida persona que está siempre a la defensiva.
-Y también eres sexy, hermosa, rebelde y una chica muy interesante.
No tengo tiempo a pensar que Grayson realmente me está dando un cumplido y puede que incluso más que eso.
Los labios de Grayson se estampan contra los míos y no reacciono de la manera que esperaría cualquiera, incluso yo, lo que hago es responderle el beso a Grayson quien está muy sorprendido de que lo haga.
¿Qué? El chico es sexy. Un idiota de primera, pero está guapo. No hay que desaprovechar la situación. No espero un príncipe azul ni mucho menos tener novio, así que ¿por qué no besar al idiota?
Grayson y yo acercamos más nuestros cuerpos haciendo que choquen las partes indicadas. Bien, esto se está poniendo caliente demasiado pronto. Pareciera que el cuerpo de Grayson y el mío tienen una conexión porque reaccionan de la misma manera.
Yo me aprovecho de pasar mis manos por los brazos de Grayson y darme cuenta de que están trabajados en un nivel normal. No en exceso ni tampoco es dejado. Su espalda es ancha y fuerte. Podría decir que tiene fuerza, pero no puedo afirmarlo.
Todo lo que puedo afirmar que este es uno de los besos más calientes que he tenido en mi vida y vaya que he tenido buenos besos. No soy una santa ni una virgen. Sé muy bien de lo que hablo.
Nuestras lenguas colisionan haciendo que todo a mi alrededor sea olvidado. No tengo idea donde estoy y no me importa. Todo lo que me importa ahora es que siento calor mientras las manos de Grayson hacen de las suyas por algunas partes de mi cuerpo.
-Bien, el castigo se terminó- escucho la voz de Killian, haciendo que Grayson y yo nos separemos de golpe.
Tengo los labios hinchados, puedo sentirlos. Los de Grayson también están hinchados y ambos parecemos un poco sorprendidos.
-Grayson, vete- le dice mi hermano mirándolo con molestia- Carly, despídete de tu... amigo- dice ahora mirándome a mí con diversión- Te espero en el auto.
Asiento con la cabeza y me quedo mirando a Grayson. Nuestros labios hinchados hacen que sienta como imposible olvidar lo que acaba de pasar.
Y ni siquiera sé si quiera olvidarlo.
Killian se va y me quedo a solas con Grayson, quien no para de mirar con diversión hacia mí.
-Buena besadora- dice Grayson interrumpiendo el silencio.
- ¿Qué?
- Eres sexy, hermosa, rebelde y muy buena besadora- me dice sin acercarse, pero mirándome directamente a los ojos- No me golpeaste.
-Quizá no quise hacerlo.
-Pensé que lo ibas a hacer- dice mientras pasa a mi lado y se queda frente a mí, muy muy cerca nuevamente- Cada día más interesante, Caro.
-Tomaré eso como un cumplido.
-Claro que es un jodido cumplido- dice y se aleja un poco- y eso que yo no hago cumplidos.
Con eso camina en la misma dirección por la que se fue Killian, hacia el exterior.
Ríe y ruedo los ojos. Hago el mismo camino recordando tomar mi mochila. Él ya no está aquí.
No me gusta, pero si tenemos una química extraña.