Alguien de verdad debería darme un premio. Si, puede que John y Killian no entiendan la magnitud de lo que está pasando, pero si lo supieran me darían un premio o quizá más.
Hoy es viernes y yo, Caroline Bennett, no he sido castigada ni un solo día. Se va a cumplir una semana de clases y yo no he ido a detención.
Si, me estoy comportando. Incluso ayer llamé a mamá emocionada para decirle que me estaba comportando de buena manera y ella casi se puso a llorar de la felicidad.
No, no estamos exagerando. Yo siempre viví más en detención que en clases. Incluso, mi profesor me traía mis dulces favoritos todos los días sabiendo que iba a estar a su cuidado en detención.
Y lo mejor, es que ahora es la última clase del viernes y después de eso podré cantar victoria y ser feliz. También podría exigirle un regalo a John. No le he estado dando problemas como lo hacía con mamá. Incluso, creo que ella está celosa de este hecho.
La última clase del viernes es natación. Primera vez que estoy en una escuela donde la natación es una clase. Había talleres, porque la piscina de mi antiguo instituto era demasiado pequeña para todos, pero la de esta escuela es enorme. Me recuerda a las piscinas que veo en los juegos olímpicos.
Tomo un respiro y frunzo el ceño. Me siento incómoda. Los trajes de baño que nos dieron son de una pieza y tengo que usar un estúpido gorro en la cabeza. Es injusto porque los hombres tienen que usar solo un short de baño ajustado y la gorra les queda hasta bien porque no tienen tanto cabello por esconder y no parece como si tuvieran un tumor en la cabeza.
Al menos en esta clase estoy con Liz, Colin y Grayson. No estoy sola. Esta es la única clase, aparte de idiomas, que tenemos los cuatro juntos. Estoy junto a Liz al lado de la piscina mientras vemos como salen los hombres de los probadores. Todas las miradas van hacia mi hermano y Grayson que se han vuelto muy amigos y ríen juntos.
Bien, jamás pensé que Grayson tuviera tan buen cuerpo. Parecía un poco flaco y desnutrido, pero tiene un muy buen cuerpo que no puedo dejar de admirar. Además, con esa sonrisa con hoyuelos... Vamos, Carly, deja de ver a Grayson.
-Te tengo compasión- me dice la chica rubia del otro día que descubro se llama Brianna.
- ¿Por qué? - pregunto solo por curiosidad.
-Mira a tu hermano, es como un pastelito inglés sexy- dice ella y hace un gruñido con sus labios que nos sorprende a Liz y a mí- El chico más sexy de la escuela es tu hermano, por eso te tengo compasión.
-Bien, al menos no seré el típico cliché en donde el chico más guapo de la escuela me rompe el corazón- digo con el mismo tono de voz chillón que usa Brianna.
Liz se da cuenta que me estoy burlando de Brianna y se ríe, pero la rubia solo está ocupada comiéndose con la mirada a mi hermano que nos ve y se acerca a nosotros.
Lo peor es que no tiene su gorro puesto al igual que Grayson por lo que el cabello negro le queda suelto y lo hace ver más guapo de lo que es.
Muchas chicas se acercan a mí al ver que mi hermano y Grayson se acercan a nosotras. Me he dado cuenta de que las chicas, aunque me consideran vulgar por mi forma de vestir, me hablan solo por mi hermano.
Son patéticas, en serio que lo son. Como si me necesitaran para que el idiota mujeriego de Colin les preste atención.
- ¡Hermanita! - me dice Colin parándose frente a mí- Te ves... tan linda.
-Cierra la boca, Colin.
- ¿Te puedo sacar una foto luego y subirla a Instagram? - pregunta riendo junto con Grayson.
-Hace eso y amanecerás mañana con el cabello rubio- lo amenazo apuntándolo- Y sabes que estoy hablando en serio.
-Wow, calma, fiera- me dice y me abraza poniendo un brazo alrededor de mis hombros- Al menos déjame sacarte una foto y mandársela a Killian. Ese hombre necesita divertirse un poco ahora que entró a clases.
-Vete de aquí, Colin- le digo apuntando hacia el otro lado de la piscina.
-Bien, me iré- dice levantando sus manos- pero insisto. Te ves adorable, Carly.
Le saco el dedo medio a mi hermano quien solo ríe y comienza a alejarse de nosotras con un séquito de chicas detrás de él. Jamás pensé que las chicas iban a estar tan obsesionadas con Colin, pero no las culpo. Su cabello negro con su piel blanca y esos ojazos azules lo hacen muy guapo.
Mi hermano es guapo. Estoy orgullosa de eso, pero sería mejor si las chicas no me hablaran para poder estar más cerca de él.
-Iré a hablar con el profesor, vuelvo en un segundo. - me dice Liz y yo asiento con la cabeza.
Siento a alguien junto a mí que mira la piscina igual que yo. En esta semana ya me he acostumbrado a su presencia. Tengo más clases con Grayson de las que me gustaría y odio admitir que no es tan insoportable como pensé.
Pero eso no hace que normalmente me saque de quicio y quiera matarlo, porque lo hace muy seguido.
-Si te hace sentir mejor, creo que te ves muy sexy- me dice y yo, sin mirarlo, niego con la cabeza.
-No jodas, Grayson- le digo y él ríe a mi lado- No estoy de humor.
-Si, ya lo noté. Ese es un lindo dedo medio, Caro.
-Deja de decirme Caro- le pido por n-ésima vez esta semana.
-Me gusta decirte Caro- me dice y yo lo miro. Me está dando su sonrisa ladeada que lo hace ver irresistible- Me hace único en tu vida.
-Eso sería cursi si no lo hubieras dicho tú.
-Tranquila, Caro. Solo quiero llevarme bien contigo- dice y comienza a alejarse, pero en el último momento se acerca a mi oído y siento su respiración en mi cuello desnudo- O no.
Grayson se va mientras ríe. Como odio que haga esas cosas. De verdad que lo odio.
...
La clase ha acabado, por fin, y ahora estamos en los vestidores. No me siento incómoda estando alrededor de un montón de chicas vestidas solo con su ropa interior recién salidas de las duchas. Yo también estoy así y agradezco tener un buen cuerpo y que ellas no puedan intimidarme con el suyo.
Busco mi ropa y encuentro mi short verde con mi playera simple con mangas marrón. Ni siquiera tiene letras delante lo que me hace sentir muy responsable ya que me vestí de la manera que puede considerarse "adecuada" aquí.
-Mira, la chica Bennett tiene un tatuaje- dice la mejor amiga de Brianna. Heather, creo que se llama.
Todas las chicas se vuelven a verme, pero específicamente a mi tatuaje que se encuentra en la zona de mi costilla izquierda. Es un atrapasueños que simulan haber sido pintados con acuarela. Lo hice a los quince años sin el permiso de mamá, por lo que me gané un año de castigo, pero valió la pena. Me encanta y significa mucho para mí.
-Los tatuajes no están permitidos en esta institución- dice Brianna, mirando con el ceño fruncido mi tatuaje.
-Pues, si no les dices, nadie se dará cuenta- respondo mientras me visto.
Jamás me ha importado lo que la gente piense de mi tatuaje y esta no es la excepción. Todas me miran como si fuera una chica de la calle o una pandillera.
-Es como su padre- dice Heather- ¿También te acuestas con el primer ser vivo que encuentras en el camino?
Termino de vestirme y me acerco a Heather. Agradezco ser un poco más alta que ella y que no pueda intimidarme. Incluso, la miro tan como la mierda que ella se aleja un poco.
Si, nadie se mete conmigo.
-Retráctate de lo que dijiste a menos que quieras que te corte el cabello mientras estás en clases- le digo, recordando que tiene Historia conmigo.
-No serías capaz...
-No me conoces. No sabes de lo que soy capaz.
Muchas de las chicas salen del vestidor, horrorizadas. Supongo que están acostumbradas a las peleas entre los chicos, pero no una entre chicas y más cuando es una de las populares.
-Eres tan vulgar... no deberías estar aquí- me dice y yo le sonrío con suficiencia.
- ¿Yo vulgar? ¿Quién es la que se muere porque mi hermano se acueste con ella, aunque sea una noche?
La chica abre los ojos con sorpresa y se queda en silencio, con los labios apretados. En este momento agradezco que Colin me haya dado un arma para contraatacar con estas chicas.
- ¿Quién te crees que eres, zorra de la calle? - me dice con veneno.
Eso no. Eso sí que no. Nadie me dice zorra. Nadie.
Aun así, guardo un poco de cordura y no me lanzo sobre ella. Lo único que hago es escupirle en la cara. Literalmente escupirle. Las pocas chicas curiosas que quedan se sorprenden tanto que sueltan un chillido. Algunas salen del vestidor y otras tratan de acercarse a Heather.
-Soy una Bennett, zorrita de barrio alto- les respondo con veneno.
Escucho un silencio incómodo y cuando me doy vuelta encuentro que John está allí con un tipo al lado de él que me mira serio. Creo que lo reconozco como el inspector de la escuela.
Bien, adiós a mi récord de estar en la escuela sin haber sido castigada.
Veo que todas las chicas miran extraño a John. Casi es miedo. Él solo me mira tratando de reprimir una sonrisa.
-Todas afuera, menos la señorita Bennett- dice el inspector.
-Ve con ellas, Gerard. Yo me encargo de mi hija- dice John y el inspector, de mala gana, le hace caso.
Verdad que John tiene un rango más alto que el inspector. Aun así, dudo que no me castigue.
Las chicas se van incluida Liz que se perdió todo el espectáculo por haber estado en las duchas aún. John y yo quedamos frente a frente y cuando ya está seguro de que no hay nadie, escucho que ríe a carcajadas.
Eso no me lo esperaba.
- ¿John? - pregunto entre risas.
-Tú sí que eres una bestia, Carly- dice John entre risas y me hace chocar los cinco mientras yo sigo en shock- Definitivamente eres una Bennett.
- ¿Gracias? - pregunto confundida- ¿No deberías estar regañándome?
-Nah, deja eso para los papás de mierda normales- responde y yo río un poco. Esto es divertido- Estoy orgulloso de que no la hayas golpeado.
-Necesité de todo mi auto control para hacerlo- le digo y él asiente.
-Me lo imagino- dice y, sin que me dé cuenta, levanta un poco mi playera dejando a la luz mi tatuaje por un segundo y después la baja- Tu mamá no me dijo que tenías un tatuaje.
-Ella prefiere hacer como si no existe.
-Lo sé, ella odia los tatuajes, pero a mí me gustan- dice mostrándome los suyos que son solo tribales en los brazos- La jodida tinta tiene un poder mágico. Es capaz de decir mierda de ti o cosas muy buenas.
Asiento con la cabeza sin saber muy bien que decir. La incomodidad con John no ha desaparecido aun, pero va mejorando.
-Aun así, tienes detención hoy- dice y yo asiento con la cabeza.
-Me lo esperaba.
Me da un pase de detención y salimos donde la gente ha formado un círculo donde la odiosa de Heather llora diciendo como la insulté y le escupí como si no tuviera educación.
Y no me arrepiento de haberla llamado del modo que lo hice. Se lo merecía y no mentía. Ella es una de las desesperadas por la atención de mi hermano.
-Así que...- escucho la voz de Grayson a mi lado y cierro los ojos para tener paciencia- ¿Un tatuaje?
- ¿Es tan difícil de creer? - niego con la cabeza- ¿Y cómo supiste?
-Todos hablan de eso- dice y se agacha lo suficiente para quedar en mi oído- Me encantaría ver ese tatuaje, Caro.
-En tus sueños- respondo no dejando que me afecte.
-Definitivamente soñaré con eso hoy en la noche.
-Estás loco- le digo y él me entrega una media sonrisa.
-Bueno, este loco te ve en detención en diez minutos más- dice mientras se aleja de mí.
¿Detención? ¿Él también tiene detención?
Esperen, ¿qué? ¡Una hora encerrada con ese idiota!
Bien, las cosas no creo que vayan a salir de lo mejor.