Cuando terminé con Jake todo lo que hice fue fingir. Fingir que todo estaba bien. Principalmente que yo estaba bien cuando en verdad no lo estaba. Todo lo que estaba sintiendo me hacía sentir de muchas formas, pero nada de eso me hacía sentirme bien. Estaba mal, pero por mis amigos, familia y Jake fingí que todo estaba bien. Una vez me dije a mi misma que no iba a volver a fingir así, y ahora mismo estoy rompiendo mi propia promesa.
Odio fingir, pero a veces es lo más sano que uno puede hacer. Esta vez, voy a fingir que todo está bien. Que nada de lo que pasó ayer con Jake me afectó. Es más, voy a fingir que nada de eso sucedió. Si, eso será mejor.
Ayer no estuve a punto de besarme con Jake y punto. Lo único que haré será poner una sonrisa en mi cara, aunque no sienta ganas de reírme. Seguiré siendo la misma Emilie sarcástica y que le gusta decir las cosas que está pensando. Sin filtro. Como mamá.
Ojalá me crean porque como no me gusta fingir no suelo hacerlo mucho y normalmente cuando lo hago la gente que me conoce se da cuenta.
Aunque me gustaría que me lo hicieran un poco más fácil porque si entro al instituto, camino tranquilamente hacia mi casillero y lo primero que veo es a Jake besándose en el pasillo con Kelsey, créanme que fingir puede volverse un poco difícil.
Que Jake se vaya a la mierda. En serio. ¿Quién se cree que es? No puede jugar con las chicas de ese modo. En un mismo día besó a Kelsey e intentó besarse conmigo unas horas más tarde y ahora nuevamente se besa con Kelsey. Si él está confundido con sus malditos sentimientos que nos deje a nosotras fuera de eso. Merecemos mucho más, de eso estoy segura.
Algunos chicos de mi clase me quedan mirando y yo quito rápidamente la mirada de la escena. Camino normalmente hacia mi casillero y lo abro para sacar mis libros, como si no me importara que mi exnovio se está besando con otra chica a unos metros de aquí después de que anoche él trató de besarme. Aunque, claro que la gente no sabe este último detalle. Sería el chisme del año y eso podría hacerle mucho daño a Kelsey. Lo que menos quiero ahora es hacerle daño a ella. Es agradable.
Miro hacia el lado y me doy cuenta de que ahí está Nate mirando con tristeza la escena que Jake y Kelsey están haciendo. Hay un poco de decepción en sus ojos y me doy cuenta de inmediato que a Nate le gusta Kelsey. ¿Cómo no me había dado cuenta? ¡Es obvio! Hace algunos días que no ha estado con alguna chica y ayer cuando vimos a Jake y Kelsey besarse también se veía triste, aunque no me había dado cuenta porque yo también lo estaba.
Me acerco a él y tomo su mano para llevarlo lejos de aquí. Parece que Nate y yo necesitamos tener una conversación en donde podamos desahogarnos.
- ¿Estás bien, Emmie? - pregunta Nate cuando llegamos debajo de la escalera. Un escondite que descubrimos el primer año de instituto- No quería que vieras eso, lo siento...
-Yo no importo, Nate- lo interrumpo antes de que empiece a fingir- Vi como mirabas a los chicos. Te gusta Kelsey, ¿verdad?
Nate es una de las pocas personas que conozco que son muy buenos mentirosos, así que espero la negación por su parte y me sorprendo mucho cuando no llega. Lo único que hace es quedarse en silencio mirándome a los ojos.
- ¿Tanto se me nota? - pregunta al final y se sienta en el suelo con aspecto de derrotado.
-No tanto- respondo- Es solo que yo te conozco mucho.
-Si tú te das cuenta, Jake no tardará en hacerlo y estaré en problemas.
-Creo que Jake tiene más cosas en la cabeza en este momento en las que preocuparse.
El recuerdo de los labios de Jake cerca de los míos y nuestra respiración mezclada hace que me dé una puntada en el corazón y por inercia cierro los ojos para evitar que duela tanto. Definitivamente Jake tiene más cosas en las que preocuparse como para fijarse en los sentimientos de su mejor amigo hacia la chica con la que él está.
¿En qué clase de serie juvenil nos hemos metido todos?
- ¿Por qué fue eso? - pregunta Nate ahora dejando su tristeza de lado y ahora está claramente preocupado- ¿A qué te refieres con eso, Emilie?
-A nada importante...
-No me mientas, Emilie Bell. Tú dijiste que me conoces, pero yo también te conozco a ti y hay algo que no me estás contando sobre Jake- Nate toma mi mano y me la aprieta con poca fuerza- Hay algo por lo que no estás bien.
Miro directamente a los ojos marrón de Nate y noto complicidad entre los de él y los míos. Por primera vez siento que Nate y yo somos más cercanos de lo que pensamos y actuamos.
No puedo mentirle a alguien con quien me siento tan cercana. Sería como mentirle a Logan, Camila, Autumn o Elena... sería como mentirle a Jake.
¿En qué momento Nathan Smith se hizo tan importante para mí?
-Jake fue a mi casa anoche- digo muy bajito. No porque tenga miedo de que alguien pueda escucharme sino porque no puedo hablar más fuerte de lo que estoy hablando ahora. No me sale bien la voz- No recuerdo exactamente lo que conversamos, pero todo terminó con Jake intentando besarme.
Los ojos de Nate se abren por la sorpresa y su cara se torna de un extraño color rojo. Sabía que no le iba a gustar nada toda esta situación.
- ¿Quién se cree que es ese idiota? - dice casi gritando y yo aprieto un poco su mano para intentar calmarlo- ¡Voy a matar a ese hijo de puta! ¿Se cree más hombre al jugar entre tú y Kelsey? Te juro que voy a hablar con él y le voy a sacar los dientes de un solo golpe a menos que me dé una buena razón para comportarse como lo está haciendo.
- ¡No! - lo interrumpo exaltada- No puedes decirle que te he contado esto, Nate.
- ¿Quieres que me quede sentado viendo como dañan a la chica que me gusta? ¿Quieres que me quede sentado mirando como te dañan a ti? ¡Eres una de las mejores chicas que he conocido, Emilie! ¡No mereces que te traten como ese imbécil te está tratando!
- ¡Cálmate, Nathan! - digo con la voz quebrada- Te juro que voy a solucionar esto, pero tienes que prometerme que no le vas a contar a Jake que te he dicho lo que pasó anoche.
-Pero...
-Por favor, Nate- ruego casi en lágrimas- No suelo pedirte cosas y ahora lo único que te estoy pidiendo es que me prometas que no le vas a decir a Jake.
Nate se me queda viendo con desconfianza. Poco a poco el enojo va desapareciendo de su cara y me tira un poco para que pueda abrazarme. Me hace sentir algo mejor que Nate me esté consolando, aunque me hace sentir un poco mal porque él también necesita ser consolado y yo soy pésima haciendo eso.
-Lo prometo- dice muy bajito en mi oído.
-Gracias, Nate- le respondo- Y lamento lo de Kelsey.
-Que ironía, ¿no? He estado con casi todas las chicas de esta escuela y la única que me importa tanto como para dejar de ser mujeriego es la chica que le gusta a mi mejor amigo.
No sé qué decir ante eso, así que simplemente me río. La verdad es que, si tiene mala suerte, incluso peor que la mía y yo pensé que aquello no podía ocurrir.
En ese momento escuchamos el timbre sonar y nos dejamos de abrazar. Le sonrío a Nate y estoy bastante tentada de pedirle que volvamos a escaparnos, pero sé que eso nos traería muchos problemas y no quiero que Nate tenga más problemas por mi culpa.
Nos levantamos y empezamos a caminar lejos de nuestro escondite. Caminamos en silencio, pero cómodamente, a mi salón y eso que no tenemos la misma clase.
Llegamos a mi salón y antes de que él se vaya le tomo la mano y hago que me mire a los ojos.
-Gracias por lo que dijiste antes- le digo con total sinceridad- Lo que dijiste sobre mí. Fue lindo. Me hiciste sentir mejor.
-No dije nada que yo no pensara- dice y me da su sonrisa que hace que miles de mujeres se arrodillen a sus pies- Es más, sé que todo lo que dije es verdad.
-Eres el mejor, Nate.
-Lo sé.
Nate me guiña el ojo y se pone los lentes de sol antes de que comience a caminar a lo que supongo que es su salón.
- ¡Nathan! - le grito cuando ya está a unos pasos de mí. Él se da la vuelta- No sé si te diste cuenta, pero no hay sol dentro del instituto.
-Muy graciosa, Emilie.
Me río y me doy la vuelta para entrar al salón, pero en ese momento me topo de cara con Jake que me queda mirando con los ojos entrecerrados y cara de desconfiado.
¿Qué bicho le picó a este?
-Tenemos que hablar, rubiecita- dice, pero el sobrenombre se siente forzado- Y ahora.
- ¿Hablar? - arrugo el entrecejo de forma sarcástica- No hay nada de qué hablar, celestito. Todo está bien. La vida sonríe y solo quiero entrar a clases.
- ¿Desde cuándo tú quieres entrar a clase?
-Tú no te das cuenta de cuando uso la ironía, ¿verdad?
Me hago a un lado de Jake y entro al salón. Esta clase la comparto con Jake, Maxi y Camila así que visualizo a mi mejor amiga y me siento junto a ella. Al menos es fácil engañar a Cami para hacerla creer que estoy bien porque ella parece vivir en su mundo de cuentos de hadas y novela de Nicholas Spark con Chris.
- ¡Emmie! - me grita al oído Cami. A veces me estresa un poco que mi mejor amiga sea tan animada- Hey, escuché que en la mañana saliste corriendo con Nate al ver a Jake besándose con Kelsey, ¿estás bien?
- ¿Corriendo? - como odio los malditos rumores, aunque en este caso parece que no se alejan mucho de la realidad- Simplemente tenía que hablar de algo con Nate.
-Todos ahora están hablando de que tienes algo con Nate- dice Cami y mis ojos se abren como platos- Es por eso que el idiota de allí te mira como si quisiera sacarte los ojos.
Me giro para ver a Jake que me mira exactamente como Cami describía. Parece como si quisiera matarme.
En serio, denme un maldito diccionario para poder entender a este idiota porque les juro que sus acciones no las comprendo.
-Pues que hablen lo que quieran y que Jake crea lo que quiera- digo de forma desinteresada- No tengo algo con Nate. Somos solo amigos, como siempre.
-No se ven como si fueran los amigos de siempre- dice Maxi llegando a nuestro lado y sentándose frente a su hermana. Tiene una expresión de cansancio un poco de tristeza- Los vi debajo de las escaleras. Estaban abrazados y parecían muy cómodos.
- ¿Hay algo que tengas que decirme, Emilie Bell? - pregunta Cami mirándome fijamente a los ojos.
Maxi y Cami me miran fijamente esperando una respuesta que yo no puedo darle. No puedo decirles la verdad, pero tampoco puedo mentirles. ¡Odio mentir!
En ese momento entra la profesora y nos dice de inmediato que nos callemos.
Salvada por la campana, Emilie. Tengo que aprender a mentir mejor. Puede que desde ahora y durante este año sea necesario.